Además de no parar de cantar villancicos, bailar y esperar con inquietud la llegada de la Navidad, estos días hemos celebrado un Taller de Pintura Rupestre en el que hemos acercado a los niños/as a conocer los inicios del arte humano para sean capaces de valorarlo y conocer al hombre a través de ellos.
Hemos experimentado con materiales diveros (piedras, juego heurístico…), junto con pintura hecha con nuestras manos.
¡Lo hemos pasado genial!